IntoducciónMarco Ulpio Trajano (.53-117d.C.), emperador romano (98-117d.C.), conquistador de Dacia y Mesopotamia, y primer emperador romano de origen hispano. Nacido en Itálica (cerca de la actual Sevilla, en la Bética), lo más probable es que su familia fuera de origen romano. De joven se instruyó en el Ejército romano y tomó parte activa en las campañas de Hispania, Siria y Germania, durante los reinados de los emperadores Tito y Domiciano. Se distinguió como general de inteligencia excepcional, y en el 91 fue elegido cónsul. En el 97, el emperador Nerva le adoptó y asoció al imperio. A la muerte de Nerva, un año después, Trajano, que estaba inspeccionando la frontera romana en Germania, le sucedió como emperador. Una de sus primeras actuaciones fue mejorar la red de carreteras entre Mogontiacum (Maguncia) y Augusta Vindelicorum (Augsburgo). Además inició la construcción de un limes para asegurar los Campos Decumanos (Agri decumates, tierras germanas en el lado derecho del Rin), que habían sido ganadas para el imperio bajo Domiciano.
Hasta el año 99 d.C. no llegó como emperador a Roma por primera vez. Con creciente gobierno terrorífico de Domiciano, fue recibido con los brazos abiertos por el Senado.
Politica Exterior
- Las guerras contra los dacios
Decébalo, rey de Dacia, territorio casi equivalente a la actual Rumanía, venía provocando al estado romano con incursiones sistemáticas al sur del Danubio. Domiciano se había visto obligado a ayudar económicamente a Decébalo a cambio de que respetara la frontera romana y cesará en sus incursiones. Trajano rompió con esta situación humillante para Roma.
Antecedentes
Durante el s. I d.C., la política romana respecto a los países vecinos y a las amenazas potenciales era que estas debían ser contenidas pronto. En época de Augusto, cuando los territorios al sur del Danubio fueron ocupados y convertidos en la provincia Moesia, se firmaron varios tratados de alianza con el reino de los Dacios, tratados que fueron mantenidos por los siguientes emperadores y reyes de los dacios. A finales del siglo I d.C., ascendio al trono Decébalo, este rey elaboró una política exterior agresiva.Tras alguna derrota frente a este,en la que llegó a morir el Prefecto del Pretorio y ser destruida la Legio XXI Rapax, Domiciano pactó una paz de compromiso que no logro sus objetivos. En esta paz se incluía un subsidio a cambio de la paz, lo que fue interpretado en Roma como el pago de un tributo a un reino bárbaro y fue una de las causas del asesinato de Domiciano. A pesar de los compromisos a los que había llegado con los romanos, desde sus dominios se continuó acosando a las caravanas y flotas de comerciantes, llegando incluso a realizar actos de pillaje y saqueo de poblaciones fronterizas. Por todo esto, Dacia se veía desde el Imperio Romano como un enemigo potencial.
Además, en esa época, el Imperio romano estaba sufriendo grandes dificultades económicas, principalmente de las costosas campañas militares emprendidas por toda Europa. Los recursos naturales de Dacia, en particular su oro, incitaron probablemente en parte el conflicto.
La primera guerra
Tras conseguir el consentimiento del Senado Romano, en el año 101d.C.,el ejército marcha sobre Tapae donde, en la decisiva Batalla de Tapae, se atrinchera el líder dacio con unos 40.000 hombres, entre caballería sármata e infantería dacia. Dada la inferioridad numérica de sus fuerzas, decide preparar una trampa a Trajano, pero este, previendo la situación, divide su ejército en dos grupos. El primero dirigido por el propio emperador lo forman las legiones I Adiutrix y II Adiutrix Pia Fidelis, IV Flavia y VII Claudia más las dos cohortes de la guardia pretoriana, 20 de infantería auxiliar y 30 mixtas con unas 10 alas de caballería. Esta fuerza se dirigirá frontalmente hacia los 30.000 hombres de infantería que presenta Decébalo en el estrecho paso por el que obliga a pasar a Trajano. Varias de las cohortes auxiliares y vexilationes se ocupan de cubrir los flancos, mientras el segundo contingente dejado al mando de Tercio Juliano se interna en el bosque con las legiones I Italica, V Macedonica, y XIII Gemina para expulsar a la caballería sármata escondida en él y neutralizar así su emboscada.
En 102 d.C. Decébalo se rinde, tras algunos encuentros menores, convirtiendose Dacia en un estado tributario y aliado de Roma, quedando varias legiones en el territorio para asegurar el dominio romano.
La segunda guerra
Decébalo cumplió con Roma por un tiempo, pero al poco comenzó a incitar a la rebelión a las tribus dacias, dando como resultado numerosos pillajes de colonias romanas situadas a lo largo del Danubio. En el año 106 d. C., Trajano volvió a reunir sus ejércitos.
A diferencia de la primera guerra, la segunda se desarrolló en innumerables escaramuzas que resultaron caras para el ejército romano, el cual, enfrentándose a un gran número de tribus aliadas, luchó fuertemente por una victoria decisiva. Finalmente, Roma prevaleció sobre Dacia. Al comienzo del verano de 106 d.C. , se produjo un asalto a la capital Sarmizegetusa con la participación de las legiones II Adiutrix y Flavia Felix, junto con un vexillation de la legión VI Ferrata. Los dacios repelieron el primer ataque, pero al final la ciudad fue tomada y quemada. Decébalo huyó, pero pronto se suicidó, para evitar así el ser capturado. A pesar de la muerte del líder de los dacios la guerra continuó. La batalla final de la guerra tuvo lugar en Porolissum, resultando vencedora el imperio romano. Estas guerras se reflejan en la columna de Trajano, que se levantó conjuntamente con el Foro, donde fue colocada para celebrar la gran victoria.Esta campaña que le llevaría a integrar una nueva provincia dentro de las fronteras del Imperio.
Consecuencias
Las Guerras Dacias fueron un gran éxito para el Imperio Romano. Trajano ordenó un total de 123 días de celebraciones por todo el Imperio. Las ricas minas dacias fueron aseguradas, lo que produjo un alivio en la situación económica imperial. Una gran parte de la población dacia fue esclavizada o muerta, en gran parte para evitar futuras revueltas, por lo que Trajano decidió que la nueva provincia debía ser repoblada, fundando colonias y municipios y a repartiendo tierras a todos los libres del Imperio que se instalaran allí, con lo que un buen número de itálicos, ciudadanos romanos, se instalaron romanizándola intensamente. Dacia pasó a ser, oficialmente, parte del Imperio y para asegurar su defensa, ya que estaba bastante abierta a los movimientos de pueblos de la gran llanura europea, particularmente germanos y sármatas, se instalaron dos unidades legionarias, la Legión XIII Gemina en Potaissa y la Legión I Italica en Novae. - Las guerras contra los partos
En 113 d.C. Trajano empezó una guerra victoriosa contra los partos, en un primer momento desembarco en Siria y tras ocupar Armenia, Trajano invadió, a traves de Gordiene el norte de Mesopotamia. En un ataque a dos bandas; pues mientras él bajaba desde el norte, Cuadrato Baso cruzaba el Eúfrates y avanzaba hacia el este, se intentaba asegurar en esta fase de la campaña el control de la importante vía de comunicación que unía el Eúfrates y el Tigris, que en el momento era una transitada ruta comercial plagada de ricas ciudades. Incapaces por el momento de cualquier reacción seria, los partos abandonaron a todos sus vasallos y aliados de la región tratando de fortificarse tanto al otro lado del Tigris como en las cercanías de la capital, Ctesifonte.
Asegurado así el camino, Trajano viró hacia occidente con la idea de encontrarse a las fuerzas del gobernador de Siria, aunque con la intención última de terminar de una vez con las ambigüedades del soberano de Osrohene, que abandonado ahora a su suerte ante el emperador, se preparaba para recibirlo en su reino, temeroso de las consecuencias que su actitud de no beligerancia le podrían haber acarreado.
Su llegada a Mesopotamia era esperada y temida por muchos. Varios de los jeques árabes locales, pues el país estaba repartido entre varios principados y tribus nómadas autónomas, habían eludido el contacto con el emperador temerosos de la respuesta de un imperio al que sí debían obediencia, Partia; por lo que, con Trajano a pocas jornadas, corrieron a refugiarse junto al líder parto más poderoso de la región, Mebarsapes, rey de la Adiabene, personaje que además encabezaba la resistencia al invasor en el norte de Mesopotamia. Manno, jeque de los árabes comarcanos, que había respondido al llamamiento de movilización de Mebarsapes enviándole un fuerte contingente de auxiliares, tuvo que ver como sus fuerzas eran ahora interceptadas y aniquiladas por los romanos. Trató en última instancia de congraciarse con el emperador, pero temeroso de su respuesta prefirió huir al otro lado del Tigres.
En estos confusos primeros meses de guerra, pasaron ahora factura a Osroes. Uno de los más poderosos jeques de la región, Manisares, comenzó a maniobrar por su cuenta arrebatando a sus vecinos amplias regiones de terreno tanto en el norte de Mesopotamia como en el sur de Armenia. El laxo control que el ahora acosado rey parto ejercía sobre sus dominios era aprovechado por estos personajes que arrebataban los territorios de sus vecinos más débiles. Manisares, se vio obligado a hacer las paces con los romanos, ya que el rey parto le habia declarado la guerra. Este le entregaría todos los territorios arrebatados a Trajano.
El recibimiento de Trajano en Edessa fue fastuoso. Osroene conservo su independencia y Abgaro el trono. Trajano decidió pasar el invierno en Antioquía, aunque alguno de sus generales continuo con las operaciones de limpieza, afirmando la presencia romana sobre la Alta Mesopotamia.
Armenia, Asiria y Mesopotamia fueron integradas en el Imperio. Éste alcanzó con las conquistas su máxima extensión. Problemas logísticos, rebeliones y una enfermedad seria de Trajano impidieron conquistas más allá de estos límites. Murió en el viaje de vuelta de la campaña parta, en Selinus, cerca del Mar Negro, el 9 de agosto de 117 d.C.

Política interior
Sus prolongadas estancias en la guerra exterior no impidieron a Trajano llevar a cabo una intensa política interior. El ascenso al poder de Trajano supuso para el senado la recuperación de la libertad perdida. Con la colaboración del senado, donde implantó el voto secreto, Trajano trazó un plan de regeneración moral y política que tuvo consecuencias en la administración, la justicia y la economía. Se preocupó especialmente de aumentar los recursos del fisco, con el fin de llevar a cabo su política de construcciones y mejoras de la infraestructura. Sería también el impulsor de un plan de ayuda a los propietarios agrícolas consistente en la concesión de crédito a bajo interés y cuya originalidad consistía en que los intereses que se recaudaban se destinaban a la alimentación de los niños de condición libre (los alimenta). Así, al tiempo favorecía el desarrollo de la natalidad, que había caído hasta índices alarmantes.

También se preocupo de realizar construcciones necesarias para facilitar la romanización y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos: abrió caminos en tierras lejanas, creó nuevas vías, construyó acueductos y puentes, entre los que destaca el que hizo sobre el Danubio para facilitar la conquista de Dacia.
Por otro lado, levantó edificaciones que, además de contribuir a la perpetuación de su memoria, buscaban el embellecimiento de la Urbe y, un aumento en las posibilidades de diversión de los romanos; teatros, circos, etc...Contando con los servicios del arquitecto, Apolodoro de Damasco.
Justo antes de su muerte, adoptó a su sobrino Adriano quien le sucedió en el trono.
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