sábado, 2 de febrero de 2008

Adriano


Introducción

Publio Elio Adriano, Publius Aelius Hadrianus (24/01/76 d.C. -10/07/138 d.C.), emperador romano (11/08/117 d.C.-10/07/138 d.C.). Sucesor de Trajano, perteneció a la tradicionalmente llamada dinastía Antonina . Adriano nació en una familia originaria de la ciudad de Hadria (Itálica).Adriano perdió a su padre y fueron designados sus tutores legales su tío segundo, Trajano, y el Publio Acilio Atiano.
Fue designado en el 100 d.C. para el cargo de cuestor, como candidatus de Trajano. En 101 d.C., marchó con Trajano a Dacia, en calidad de comes Augusti, con motivo de la Primera Guerra Dacia, pero no se estuvo a su lado toda la campaña, sino que regresó a Roma, donde ejerció el cargo de tribuno de la plebe. En 105 d.C., regresó a Dacia para servir a las órdenes de Trajano, esta vez con el mando de una legión, la I Minervia, en la Segunda Guerra Dacia. Al término de la guerra, fue nombrado gobernador de Pannonia Inferior.
Hacia 110-111 d.C., viajó a Grecia, donde conoció a Eplicleto y tomó influencias griegas. En 113d.C., acompañó a Trajano en su expedición contra el Imperio Parto.
En época de las Guerras Párticas de Trajano, era gobernador de Siria. Tras la muerte de Trajano, la emperatriz Plotina aseguró que Adriano había sido adoptado como hijo por Trajano en su lecho de muerte. Su nombramiento fue inmediatamente seguido de la ejecución sumarísima de cuatro importantes excónsules, exponentes de las conquistas militares de Trajano. Estas ejecuciones, de las que Adriano siempre responsabilizó a su antiguo tutor, se llevaron a cabo sin el acuerdo previo del Senado, y provocaron un distanciamiento entre el emperador y este. Esto pudo marcar la política imperial subsiguiente, que fue dirigida en el sentido de ampliar la base de apoyo del Principado en detrimento de Roma, mediante el contacto directo del emperador con las elites provinciales, en oposición a la vieja política del mantenimiento de Roma como ciudad imperial y hegemónica.

Política militar

Adriano estaba contra la política de conquistas emprendida por Trajano, por lo que sus primeras medidas como emperador tendieron a abandonar definitivamente cualquier tentativa de preservar las conquistas inseguras realizadas por su predecesor en su última expedición contra el Imperio Parto. Conquistas éstas que el propio Trajano había sido forzado a abandonar tras una serie de reveses militares. Favoreciendo una política de defensa pasiva, Adriano también abandona parte de las conquistas de Trajano en Dacia, actual Rumanía, cediendo a los sármatas la planicie del Bajo Danubio y concentrando la ocupación romana en la región de Transilvania, protegida por la barrera natural de los Cárpatos.

También ordenó la demolición del puente construido por Trajano sobre el río Danubio, como forma de evitar una invasión de las provincias danubianas a partir de Dacia.

Poco después del 115 d.C., los nativos se sublevaron contra sus conquistadores y aniquilaron a las guarniciones romanas de Eboracum (ahora York).Como resultado, el emperador romano Adriano visitó Britania en el 122d.C. y comenzó la construcción de una muralla de 117 km, que se extendía desde el estuario de Salway, en el mar de Irlanda, hasta la desembocadura del río Tyne. Aún se conservan fragmentos de este muro, conocido como muralla de Adriano. Veinte años más tarde, se construyó otra línea defensiva, llamada la muralla de Antonino, en la parte más estrecha de la isla, desde el estuario de Forth al estuario de Clyde. La muralla marcó la frontera romana durante los siguientes doscientos años, un periodo de paz relativa. Restos de la muralla de Adriano

Política interior

Fue un gran admirador de la cultura griega, siendo uno de los responsables de la propagación del helenismo del mundo antiguo. Hizo grandes viajes por el imperio, realizando obras y mejorando las infraestructuras y la economía de las provincias.
Ordenó la construcción del Panteón de Roma, reconstruido sobre otro previo, erigido por Agripa, pero manteniendo la fachada arcaica con el nombre del antiguo benefactor. La construcción estuvo a cargo de Apolodoro de Damasco. En Tívoli mandó edificar su villa imperial, la villa de Adriano es una de las más famosas construcciones romanas. Panteón de Agripa
Fue un emperador viajero y, por donde pasaba, levantaba ciudades, construía calzadas, erigía monumentos. Estos monumentos tenían un significado político: su construcción generalmente significaba una alianza en pie de igualdad abstracta entre Roma y la ciudad donde se construían. Así, mandó terminar la construcción del templo a Zeus en Atenas, el "Olympieion". El resultado de estas construcciones fue organizar un barrio al modo romano de urbanizar, de manera que él pudiera igualarse al fundador mítico de Atenas, Teseo. Esta Atenas "romana" estaba separada de la antigua ciudad por un pórtico en la entrada, en el que había inscrito: "Esta es la ciudad de Adriano, y no la de Teseo". Esta política encontraría su mayor contestación entre un pueblo que había opuesto históricamente la mayor resistencia a esta matriz cultural griega, Judea. Para muchos historiadores el gobierno de Adriano fue la era Dorada del imperio romano por entontrarse su periodo entre los conflictivos tiempos de los primeros emperadores y la decadencia del imperio ante las invasiones bárbaras de los siguientes emperadores.

La revuelta judía

Los judíos se reunieron preparando una nueva revuelta contra el elemento greco-romano. La revuelta estalló cuando Adriano mandó reconstruir Jerusalén, como una ciudad griega. Esto fue considerado por los judíos como una profanación de su ciudad por los extranjeros. Durante el final del reinado de Adriano, un movimiento armado anti-romano sacudió el interior de Judea.
En cuanto Adriano supo del levantamiento de los judíos, ordenó que las legiones de las provincias vecinas atacasen a los judíos y los destruyesen. No se sabe con certeza si Adriano participó activamente en la guerra judaica ni en qué medida, lo que sí es cierto es que esta guerra fue larga, cruenta y terrible, durando más de dos años. Los judíos fueron acorralados poco a poco en sus refugios subterráneos de las montañas, donde fueron diezmados. Los sobrevivientes fueron vendidos como esclavos. Roma decretó la expulsión de los judíos de Jerusalén, que fue reconstruida como ciudad griega pasando a llamarse Aelia Capitolina.En el emplazamiento del Templo se erigió la estatua de Zeus y junto al Gólgota donde fue crucificado Jesús, se levantó un templo dedicado a Afrodita. Se eliminó la antigua provincia de Judea redefiniéndose sus limites y creando la provincia de Syria Palaestina, forma de intentar apagar la memoria de la presencia judaica en la región, cambiándola por el nombre de sus más antiguos habitantes, los Filisteos. La guerra eliminó cualquier posibilidad de renacimiento de un judaísmo como expresión puramente política y no sólo religiosa y cultural, situación que se perpetuaría hasta el surgimiento del sionismo en el siglo XIX.

Sucesión de Adriano

La sucesión de Adriano fue complicada. En principio había pensado adoptar como hijo y sucesor a uno de sus muchos antiguos favoritos (como el adolescente griego Antinoo), y a veces instaba a sus amigos a proponerle los mejores nombres, pero, tras la muerte prematura y repentina el 1 de enero de 138 d.C., de su heredero designado e hijo adoptivo, Lucio Ceionio Cómodo (rebautizado a mediados de 136 como Lucio Elio César), Adriano, ya con poco tiempo decidió adoptar al probo senador Titus Aurelius Fulvus Boionius Arrius Antoninus, que de emperador vendría a ser conocido como Antonino Pío. Le impuso la condición de que adoptase a su vez, como hijos y sucesores, al sobrino de su mujer y pariente de Adriano, Marcus Aurelius Verus, de la gens Annia bética, el futuro emperador Marco Aurelio y a Lucio Vero II, que vendría a ser co-emperador junto con Marco Aurelio. Los tres tuvieron que pasar legalmente, junto con todos sus bienes, a la gens Aelia, la de Adriano, obligados mediante una lex adoptionis.Mientras tanto, Adriano, ordenó ejecutar, u obligó al suicidio, a sus dos parientes vivos más próximos: a su cuñado, Serviano, del que desconfiaba por creer que buscaba la sucesión imperial para su nieto Cn. Pedanio Fusco Salinator, y a éste mismo. Esta decisión agravó el distanciamiento entre Adriano y el Senado, que a su muerte intentó invalidar todas sus disposiciones, lo que fue impedido por Antonino. Ésta es la causa más plausible de que fuera llamado en adelante con el epíteto de Pius, especialmente utilizado entre los romanos para las manifestaciones de piedad familiar.
Poco después de la triple adopción formal Adriano murió en efecto, el 10 de julio de 138, a los 62 años de edad, retirado en la villa imperial de Baiae, cerca de Nápoles.

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